Ingredientes:
– 4 ramitas de lavanda fresca o seca
– 4 tazas de agua
Instrucciones:
– Lava con agua y jabón ecológico todos los utensilios que vayas a utilizar y la superficie de trabajo, una vez secos, pulveriza con alcohol de 70⁰ y deja que se evapore.
– Lava las ramitas de lavanda fresca si es necesario y sécalas a golpecitos suavemente con un paño de algodón o papel de cocina.
– Hierve las 4 tazas de agua en una olla.
– Una vez que el agua hierva, retira la olla del fuego y añade las ramitas de lavanda al agua caliente.
– Tapa la olla y deja reposar la lavanda en el agua caliente durante aproximadamente 30 minutos para permitir que se infunda.
– Pasado el tiempo de reposo, cuela y retira las ramitas de lavanda.
– Deja que el agua de lavanda se enfríe completamente a temperatura ambiente.
– Vierte el agua de lavanda enfriada en una botella o jarra de vidrio limpia.
– Puedes refrigerar el agua de lavanda durante unas horas para enfriarla aún más antes de usarla, si lo deseas.
¡Tu agua de lavanda está lista para usar!
Puedes usar esta agua de lavanda de varias formas:
– Rocía un poco sobre tu piel como tónico facial refrescante.
– Úsala como enjuague final después del lavado del cabello para aportarle brillo y un aroma delicioso.
– Agrégala al agua del baño para disfrutar de un baño relajante y aromático.
– Úsala como spray ambiental para refrescar y perfumar tus espacios.
– También puedes usarla como ingrediente en recetas de jabón artesanal, añadiendo las flores bien escurridas que has usado en la cocción.
Se conserva en frigorífico 2 días.
¡Disfruta de tu agua de lavanda casera!
Esth. 🌿 #naturalmente 