Somos mucho más débiles de lo que creemos.

Ayer, en España, Portugal y Sur de Francia vivimos algo más que un corte de luz:
vivimos la evidencia brutal de nuestra fragilidad.
Mientras millones quedaban incomunicados, atrapados en hospitales, hogares y calles, quedó en evidencia una verdad incómoda: dependemos ciegamente de un sistema que no controlamos.
El apagón que afectó a varios países por un simple «fallo técnico» siendo el resultado de años de negligencia, de inversiones mediocres en infraestructuras críticas, de redes obsoletas y de decisiones políticas tibias.
No fue un accidente. Fue una consecuencia.
👉🏼 Una consecuencia de no priorizar lo importante.
👉🏼 De mirar hacia otro lado mientras todo se sostiene con hilos cada vez más tensos.
👉🏼 De normalizar vulnerabilidades que no deberían existir.
Hoy, después del apagón, seguimos como si nada. Pero la advertencia está dada:
«Somos mucho más débiles de lo que creemos.»
Si no exigimos cambios profundos, en este y otros sistemas, el próximo apagón no solo será de luz, será de conciencia.
#ApagonNacional
