La cera de abejas es uno de los productos naturales más antiguos utilizados por la humanidad.
Desde civilizaciones ancestrales hasta la actualidad, ha sido apreciada no solo en cosmética sino también en medicina, arte y diversos ámbitos de la vida cotidiana.
A continuación, te cuento algo de su fascinante historia.

Orígenes ancestrales
• Antiguo Egipto (3000 a.C.):
Los egipcios utilizaban cera de abejas en rituales religiosos, embalsamamiento y cosmética. En el famoso papiro Ebers (1550 a.C.), uno de los textos médicos más antiguos, se mencionan recetas con cera de abejas para tratar afecciones cutáneas. También la empleaban en ungüentos para proteger la piel del sol abrasador del desierto.
• Grecia y Roma (500 a.C. – 400 d.C.):
Los griegos y romanos valoraban la cera de abejas por sus propiedades medicinales y cosméticas. Hipócrates, el padre de la medicina, recomendaba su uso en emplastos para heridas. Las mujeres romanas la incluían en sus preparados de belleza para suavizar la piel.
• Antigua China (2000 a.C.):
En la medicina tradicional china, la cera de abejas se usaba en ungüentos medicinales y productos cosméticos. Su capacidad para proteger y regenerar la piel era muy valorada.
• Edad Media (500 – 1500 d.C.):
Durante esta época, la cera de abejas se empleaba para fabricar velas, ungüentos medicinales y cosméticos. Los monasterios europeos la utilizaban en la elaboración de bálsamos y pomadas para tratar afecciones cutáneas.
Renacimiento y Edad Moderna
Con el auge de la alquimia y la botánica, la cera de abejas se convirtió en un ingrediente fundamental en fórmulas cosméticas y médicas. Además, su uso en la fabricación de velas se popularizó debido a su combustión limpia y duradera.
Siglo XX y actualidad
La revolución industrial trajo consigo la creación de productos sintéticos, pero la cera de abejas ha mantenido su lugar en cosmética natural y productos ecológicos. Su valor ha resurgido con la tendencia hacia lo natural y sostenible.
Conclusión: La cera de abejas ha acompañado a la humanidad durante milenios, siendo un símbolo de conexión con la naturaleza. Su versatilidad y propiedades la han convertido en un ingrediente esencial en la cosmética natural moderna, perpetuando una tradición ancestral.
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